Cosmopoética sois vosotros. Los que llenáis las salas. Los que os apuntáis a los talleres. Los que acompañáis a vuestros hijos a las actividades para los más pequeños. Córdoba se ha volcado, un año más, en la poesía. Y ha apoyado un festival ecléctico, ambicioso y plural. Un festival que ha dado un paso más en su vigésimo aniversario.

Vivimos tiempos de incertidumbre. El final del festival coincidió con el inicio de una guerra. La cultura es el único camino para la paz. Frente a la deshumanización, nos queda el refugio de la poesía. Frente al dolor, nos aferramos a la emoción, a la creación y al diálogo.

Gracias a todos por ser parte de este festival. Guardamos el paraguas y el bombín hasta el próximo año. Pero, hasta entonces, apilemos nuevos libros en la mesita, apoyemos a los jóvenes creadores, llenemos las librerías y las presentaciones. La cultura no se detiene. La poesía no descansa.