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Back to topActividad Cosmopoética
Entrada libre hasta completar aforo
Biografía
Poema
Incendios
Un bosque que quema hasta
tu garganta
corazón de cerdo
trasplantado
nunca pensarías que un desierto
sale de tu aliento mascar mármol
máscara para la polvareda
el lobo se acerca a los motores
la estación te está secando
las venas
túmbate a arder
ahora que eres ruego
late aún la ceniza
ola de bosque
mar de fósforo
mar gastado
un lobo que se come desde dentro
cuánto tarda la hierba
en huir del incendio.
El verbo confinado
Mamífero musgo que inhala
oscuro
para no deshabitar humanos
en nómadas equívocos por la urbe
musgo que mora
musgo que bosa
en habitaciones sin roca ni hemisferio
animal inundado de escucharse
no hay mensaje que no nazca
entre humedades.
Del hombre
Adiestrar sobre la arena una caza
antigua
de tierra lastimada. Pellizcar al hombre
sobre el hombre
y despertar en un horizonte cultivado.
Y una sequedad de alga
en la orilla.
Y un crecimiento que impide
la tormenta.
Y un género decidido a camuflarse
en el bronce.
De uno mismo
En el interior no hay lugar
para la trama. Para fijar vértigos, latitudes.
Todo
es uno bien atado.
Mover un músculo, remover la tierra.
Mover un músculo, crear alimento.
El animal es frágil como este cristal que yerra.
Salto
del metal al metal y ni siquiera el óxido.
Desatar los miembros. Permitir la palabra. Posarse
en el hombro.
Los órganos, un mapa de la helada.