Francisco
Ferrer Lerín
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Ferrer Lerín
Cosmoversos
05/10/2023
19:00

Biografía

Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es poeta, filólogo, narrador, onirómano, propugnador del arte casual y ornitólogo especializado en grandes rapaces necrófagas.

 

Considerado pionero y fundador del “ala extrema de la escritura novísima”Leer más

Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es poeta, filólogo, narrador, onirómano, propugnador del arte casual y ornitólogo especializado en grandes rapaces necrófagas.

 

Considerado pionero y fundador del “ala extrema de la escritura novísima”, integrada por Gimferrer, De Azúa y L. M. Panero, entre otros, publicó su primer libro de poesía en 1964, De las condiciones humanas. Consolidó su eminencia el segundo, La hora oval (1971), finalista único del premio Maldoror, cuyo jurado estuvo presidido por Octavio Paz.

 

A finales de los sesenta se trasladó a Jaca como especialista del Centro Pirenaico de Biología Experimental, y su alejamiento durante tres decenios de la vida literaria, que no de la literatura, acabó de fundir esta última en la leyenda de una ceñida e insólita biografía ya desatada, “la que implica el total de mis actos”, según se estipula en uno de sus poemas que propone “dominar el oleaje y el calado de la semántica”.

 

Entre sus diversos reconocimientos, destaca el premio Nacional de la Crítica por su poemario Fámulo (2009). Su prosa, sin solución de continuidad con su poesía, está recogida en El Bestiario de Ferrer Lerín, que mereció el premio del Ministerio de Cultura español al libro mejor editado en 2007, en Papur (2008), en la novela Familias como la mía (Tusquets Editores, 2011), en Gingival (2012), en 30 niñas (2014), en Casos completos (2021), así como en las antologías Mansa chatarra (2014) y Besos humanos (2018), entre otros. En 2023 Tusquets publica Poesía reunida, su obra completa de poesía hasta la fecha.

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  • Poemas
  • EROS

    Una hectárea de tierra desprovista de canciones francesas
    y las márgenes rotuladas de truhanes agradables
    un sencillo eslabón de caracteres
    y otra vez recorriendo el túmulo.
    Nicole
    qué harmonía en los cromados de nuestro descapotable educado a
      hirsutas embestidas
    qué harmonía en los contrastes
    y la bondad de los recuerdos.
    La tarde hundida en el único y delicioso neologismo
    confortable
    un cielo errante parodiando espejos de meublé fantástico
    y la separación forzosa de lo que fue ver siempre niñas amarillas.
    Son las horas
    las horas y aprieto tu muslo inauténtico
    cargadas de tediosas esperanzas
    y la nube tiene el perfil de Francesco Petrarca.
    Es decisiva esta caricia
    llena de singulares cantos rodados
    el grajo se estremece a casi veinte metros
    y tus ojos brillan en lo congelado del desierto impúdico
    oh noche
    cercando la vereda los enviados del duende arrancan notas de furibunda
      contextura
    duermes con las uñas teñidas en sangre
    la característica sensación

    paja
    los bengalíes
    aunque ahora estoy demasiado lejos para sentir vahídos calientes
    hace frío en la superficie de tu cuerpo
    y las fauces del prado no la remedan
    quizá esas luces viajeras contengan sólo química estructura
    pero debo acercarme
    y abocado a ellas clamar
    y ser reconocido hombre de singulares dimensiones
    tu vientre es científico
    oh luna.

  • PRIMERA CONMOCIÓN

     

    Los que pernoctan cerca de las olas y saben del grito neptuno y la suave
      gaviota
    aquellos decretados inabordables con la faz viento
    sin poder cuidar su estirpe la baraja marcada
    enmiendan pasados desafíos
    y resuelven un tálamo de caoutchouc.


    Ivette paraíso de las sombras
    abismada en el sudario errando tus pasos en mi contorno
    bebemos la unión de desiguales
    recomenzamos una sabida imposible danza
    lacrada por la inapetencia bestialidad del desmayo
    y moviendo el péndulo a contramarcha un beso en la cicatriz yo
      fetichista desbordado
    una mano del mundo deposita golondrinas vergonzosas
    páramos salinos
    y la huida entre cadáveres presentes eternos saludos brazo desconchado
    y sobre la barca triste de los remos azogue tu cansada vida
    y el temor por la luz testigo estúpido.


    Canto abrazado a las barreras del sueño
    apoyado en la mesa color absenta color absenta
    una figura diluida tenue abstracta nina ricci cambiando el vaso de mano
      diferente sabor
    sobre el universo cariátide apetecible
    el supremo inalcanzable ahora

    EROS tu espalda cegada por las caricias y las burbujas abiertas
    el resto rescoldo apartado yo de quien los adivinos hacen recaudo
    despido la jornada con los ojos anegados en polvo y estrellas color
      pernod
    la nostalgia en las sienes.