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Back to topActividad Cosmopoética
Entrada libre hasta completar aforo
Biografía
Poema
Purgatorio
Tom nos cuenta que, cuando no graba rueda o sale de conciertos, se dedica a llevar a los chavales de los ranchos vecinos al colegio. Los monta en su viejo Mustang y les canta canciones de Disney mientras conduce. Tiene también un coyote amaestrado. Se llama Frank, porque cuando aúlla afina como Sinatra, explica Tom con su voz de cactus. A Tom Waits le gusta comprar o recopilar instrumentos antiguos. Señala un trasto desvencijado que está apoyado en la pared. Mirad eso. Es mi última adquisición. Es un pequeño órgano que recogí de una vieja iglesia presbiteriana abandonada. A unas setenta millas de aquí. Le faltan algunas teclas; pero suena bien. ¿Que suena bien? preguntamos un tanto desconfiados. Sí, dijo Tom. Suena como el purgatorio.
Veraneos 2
No te encuentro en Tinder
Tal vez estés por aquí
Vente al río esta tarde
Trae sandía
Yo espantaré las avispas
Deja que se te seque la blusa
Ahí
Sobre la zarza
Nilo arriba
Leni Riefenstal tiene unos 94 años y le tiembla la mano con la que se lleva la taza de té a los labios. Yo he decidido estar aquí hasta el final. Que vendrá pronto y será hermoso, dice.
Tus fotos son espectaculares, Leni.
Es por ellos, los nubios, una raza superior. Tienen luz.
Son negros, Leni.
Sí, sí, por eso tienen la luz. No hay luz sin sombra, ahora me doy cuenta.
Has dicho ´son una raza superior´.
Sí, lo he dicho.
La gente hablará de ti, Leni.
Me la suda mi coño austrohúngaro.
Plegaria
Dios todopoderoso que creaste a las mitocondrias y al tejido epitelial
Señor que dotaste a los hombres de ojos para que los acercaran a los microscopios y a los telescopios
Tú, autor de todas las tramas posibles, que dictaste evangelios y epístolas
Divino hacedor del rayo, la ventisca, el huracán, la Macarena, los Pink Floyd, la hoja de coca en el altiplano, el borrego de establo y de oficina, la nieve, la canícula y la sal
Señor que te manifestaste en el sagrado y metronómico diafragma de Frank Sinatra en una grabación de 1966
Creador de los terremotos y, a la vez, de las escuadras de los muebles de Ikea para fijarlos a la pared
Tú, que nos diste el fuego y la llave allen
Poderoso señor de la que tu paleta salió el rojo toscana, el verde agua, el añil, el cobalto y el amarillo Van Gogh
A ti te digo, postrado y sumiso como siempre:
Para ya.
Estate quieto un ratito, Padre mío.